El automotor Italiano fue un tren moderno, elegante que ocupó un lugar destacado dentro de la dotación ferroviaria de Chile.
Se diferenciaba especialmente por contar con una cabina en cada uno de los extremos por lo que jamás necesitaba ser invertido, lo que hacía más cómoda su operación y más fácil su mantención.
Solía contar con cuatro coches, uno de ellos dedicado a cocina y bar.
El automotor prestó servicios de viajes de largo recorrido entre Alameda, Chillán, Temuco e Intermedios.